Buenas tardes criaturillas. Hace un par de semanas estuve fisgoneando en el Corte Inglés y me topé con un libro por casualidad de Manel Loureiro titulado "Apocalipsis Z: El principio del fin".
La verdad es que había escuchado maravillas de este libro y la verdad, tenían razón. Así que si os gustan las novelas de estilo zombie, no dudéis en leeros este libro, además de que está ambientado en España.
"La civilización ya no existe. No hay internet. Ni televisión. Ni móviles. Ya no hay nada que te recuerde que eres un ser humano. El Apocalipsis ha emepzado. Ahora solo queda un objetivo: ¡SOBREVIVIR!".
"En una república caucásica se libera, tras un atentado, un virus que se expande sin freno por todo el planeta. La enfermedad mata a quien la padece, pero el afectado resucita a las pocas horas, y tras levantarse de nuevo ataca de forma rabiosa a cualquier persona que no haya sido infectada"
"En España, un jóven abogado lleva un diario en el que, desde el primer día, anota sus ovsevaciones sobre ese desastre lejano... En busca de un lugar seguro, el protagonista cruzará el territorio que antes conoció como Galicia y que quizá ahora merezca otro nombre".
"Apocalipsis Z: El principio del fin es la primera novela de No muertos ambientada en nuestro país, un fenómneno de culto que nos complace presentar una nueva edición corregida y ampliada".
<<Un relato que consigue poner los pelos de la nuca como escarpias gracias a la constante combinación de normalidad y proximidad con la que relata la llegada de los zombies a España>>.
Buenas tardes criaturillas mías. Hace como millones de años, allá por donde se inventaron los taparrabos que tenía un canal de YouTube y que subía vídeos en él tocando canciones que me gustaban. (Jejeje, taparrabos). El caso es que la calidad de los vídeos era muy mala ya que tenía una caca móvil con el que los grababa, además de que las teclas de mi piano estaban en mal estado, así que dejé de subir vídeos. (Bueno, también es porque se me cayó el móvil al báter, pero eso está fuera de lugar comentarlo en esta entrada).
Sin embargo, hará un par de meses o más, a mi padre le regalaron una cámara y la verdad es que la calidad de la imagen es buena y el sonido aceptable y pensé "un día tengo que grabarme de nuevo", y hasta hoy por la mañana, no lo había hecho.
Decidí hacerlo hoy porque ayer, después del ensayo de mi grupo, el guitarrista y yo comenzamos a improvisar (y la verdad que moló bastante). Él me dijo que tenía que grabarme y comenzar a tocar cosas que me sonarán bien y chulas, así las llevaría el día del ensayo y veríamos cuales valdrían para (si eso) componer una canción.
Así que dicho y hecho. Esta mañana cogí la cámara y me puse a tocar melodías que me venían a la cabeza, o que comenzaban a enlazarse por sí solas. Toqué un total de 6 "temillas" que las he enlazado con el Movie Maker para tenerlas todas recogidas en un solo vídeo (oh por dios, ¡pero que profesional!).
Sé que escucharéis algún que otro error y el sonido habrá veces que no os guste, pero tened en cuenta que me grabé en el mismo momento que improvisaba, así que no hay nada preparado.
¡Un besazo! Bibi os quiere. Bibi os manda un abrazo psicológico. Bibi os dice que sois los más adorables del mundo mundial. (Yo soy Bibi).
Y bueno, si queréis escuchar canciones que tocaba (que ahora mismo no me acuerdo cuales) aquí os dejo mi canal.
Hoy iba encaminada a escribir una entrada a cerca de el cero a la izquierda que me siento, de que la gente no encuentra nada de especial en mí, bla bla bla... (forma resumida).
Pero entonces me he lavado la cara, me he refrescado el cuerpo, me he tomado un Cola Cao calentito mientras escuchaba mis canciones favoritas y todas esas mierdas se me han pasado por completo. ¿No deseada? ¿Qué mierda es esa?
Es cierto que algunas razones (físicas) de que no resulte resultona a primera vista es que tengo "barriguita", unas piernas un poco anchas, cuando estoy nerviosa no soy capaz de expresarme, tengo unas pocas espinillas, no tengo una gran "pechonalidad", una risa un poco expresiva...
¿Pero sabéis qué? Me he dado cuenta que me da igual. Esto me hace pensar que todos esos gilipollas de un "adiós, y muy buenas" se quitarán de mi camino, no me los tendré que encontrar por mitad mientras intento buscar a esa persona con la que me sintiera la única chica en el mundo.
A esa persona le dará igual mi "barriguita".
Esa persona me acariciará las piernas cuando estas estén encima de su regazo.
Esa persona se reirá ante mis comentarios absurdos mientras esté entre sus brazos.
Esa persona me acariciará la cara como si de la tez de Megan Fox se tratara.
Esa persona jugueteará con mis pechos sin importarle que no ocupen una talla 100 de sujetador.
Esa persona me dirá que tengo la sonrisa más bonita del mundo, en vez de la carcajada más sonora del universo.
Además de que se dará cuenta de tener la suerte de estar con una rubiaza de ojos azules que muchas desearían tener (subida de autoestima, ¿ok?)
A algunos os parecerá una ñoñería, pero para otros esto hará que que su autoestima suba, o eso espero, porque la mía a subido, y bastante. Que tus complejos no sean el motivo de una cara triste. Conviértelos en una esperanza cercana o lejana. Depende de la suerte de cada uno.
Y si no lo ves aún, respira, lava todo lo que te quema, relájate y piénsalo de nuevo. ¿Estás seguro/a de que eres imperfecto/a?
Mi canción recomendada en esta entrada es "Up In The Air" de 30 Seconds To Mars. La escucho una y otra vez, es muy adictiva.
El otro día quedé con unos amigos en ir a casa de otra amiga mía (magísima por cierto) que nos había invitado a pasar la tarde. Su casa era de las que me gustaban. Pequeñitas (no era enana, a ver si me entendéis) y con el espacio bien distribuido. Una cocina muy cuca que te recordaba a un estilo de decoración inglesa, al igual que el comedor, bastante amplio, con antiguallas, libros de portadas de fantasía (una tele enorme, eso había que decirlo). Era un salón en el que me sentía bastante cómoda. En general, una casa muy mona.
Y llegamos al jardín. Ojala que yo tuviera ese jardín, y eso que mi patio era mucho más grande que el suyo. Bajando por las escaleras llegabas a una mesa de madera con sus cuatro sillas y su hamaca, todo debajo de una carpa. Se estaba genial debajo de la sombra, a pesar del calorín que hacía. Seguías andando y veías un pequeño cuadrante de césped que llegabas de un lado a otro en cuatro pasos. Y justo al lado estaba la piscina, de tamaño considerable. La temperatura del agua era buenísima, tanto que no me importaría nada tener que dormir flotando en ella. (¿Qué pasaría si para una noche flotando en la piscina?)
Bueno, la tarde estuvo bastante bien. Piscina, merienda, vídeos en YouTube... Se sacaron las guitarras, se recordaron los openings de series como "Sakura, cazadora de sombras", "Detective Conan", "Digimon", etc, etc, etc. Vamos, ¡una tarde en condiciones!
Y llega un punto en el que te sientes cansado porque no has parado en todo el día de hacer cosas y tenía la necesidad de descansar por lo menos por un momento. Dejé a los demás escuchando canciones de Extremoduro y creo que alguna que otra de Slipknot y me acerqué al césped. Tenía la necesidad de ir allí, porque si no, no me iba tranquila.
Me senté en el borde de la piscina, remojé mis piernas en el agua desde por debajo de la rodilla y me tumbé. Dios, esa sensación es casi indescriptible. Llegas a un punto en el que ya no hay agua, solo tus pies tienen libertad para volar. Cuando emergen los pies, escuchas ese ruido relajante de gotas de agua chocando contra la gran mas a de agua que tiene la piscina. Clonc, clonc, clonc.De verdad, no hay nada como eso. Pero aún no es todo.
Al tumbarme, tengo una gran toalla de césped verde que me acomoda en el suelo. Miro a un lado y a otro. No hay bichos y eso es... ¡PERFECTO! Miraba arriba y en el cielo no había ni una sola nube. Era aún de día, pero se veía que tarde o temprano iba a atardecer. El cielo era de un color azul celeste precioso, casi brillante. No entiendo como los modernistas apuntaron que el azul estaba relacionado con la melancolía.
Ese color azul no me simbolizaba la añoranza de una vida mejor. Sentía paz, una paz que muchos buscan y pocos encuentran. Y miro hacia un lado y no puedo evitar arrancar pequeñas ramas secas del césped o incluso la propia hierba. Es un desestresante más eficaz que la mayoría de pastillas que recetan. No solo oigo como se separa la planta del suelo, sino que también lo siento. La planta cruje y mis dedos tiemblan.
Y paro de arrancar la hierba. Ahora no quería arrancarla más, quería tocarla, saber cómo se siente uno cuando pasa la mano por el césped y como la hierba se regocija entre tus dedos y debajo de las yemas de los dedos. No sé que sensación producía. Quizás, ¿orgásmica?
Son en esos momentos en los que piensas, somos tan insignificantes en este gran universo, y entonces, ¿por qué gozamos de maravillas como estas? ¿Somos los únicos en apreciar estas minuciosas sensaciones que hacen despertar nuestros cinco sentidos? Quiero volver a ese momento. Quiero mirar arriba y ver un cielo despejado y de color celeste. Quiero remojar mis pies y piernas en el agua y sentir como la sensación de estar metida en ella se va desvaneciendo a medida que el tiempo va pasando. Quiero tocar aquel césped verde y delicado que hacía gozar a mi tacto. Lo quiero ahora. Quiero sentirme tranquila y sosegada. Lo quiero. Lo necesito. Quiero ese momento.
Hay una canción que me encanta tocar en el piano y que indudablemente me relaja: River flows in you.
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Buenos días criaturitas. Esta entrada no está siendo espontáneamente escrita en este momento. He de confesar que la estuve escribiendo en mi bloc de notas ayer por la noche. Cuando uno está más cansado y le da más por pensar en sus cosas es por la noche (o después de comer). Entonces, es ideal escribir lo primero que se te pasa por la cabeza, porque llega el día siguiente y todas tus buenas ideas se desintegran y ya carecen de sentido y valor.
En fin, a la mente de esta demente de vez en cuando le da por pensar y comienza a percatarse de que hay cosas que no van bien en su vida. Personas destacadas como Maslow han ordenado de forma jerárquica algunas necesidades primordiales las cuales una persona ha de cumplir para que sea 100% feliz y se sienta completamente autorrealizado.
Personalmente, debido a mi edad y mis condiciones, he señalado tres bloques importantes que ahora mismo para mi serían primordiales para sentirme completa:
- La familia para mi es la base de la felicidad. El entorno donde te mueves día a día forma mucho a la persona. En este caso no tengo problemas con mi familia, es más, agradezco la que tengo. Sí que me gustaría que estos se situaran más cerca de donde vivo.
- Los amigos van después de la familia, siempre. La verdad es que no me puedo quejar. No soy de las que van con un grupo de 10 personas del cual yo sea el centro de atención. Tengo los bastantes para pasar un buen rato y suficientes para suficientes para mostrarme como soy. En este bloque también estoy satisfecha de tener los amigos que tengo.
Con estos dos bloques hace un total de un 97% de felicidad. Al llegar a este punto, me di cuenta de que tenía un problema. Bueno, más que problema, llamémoslo putada. Había un 3% de esa putada que me faltaba.
Esa putada consta solo de cuatro letras y aún así forman una gran palabra. Es algo que la gente no puede definir de forma segura, ya que hay distintos puntos de vista. Es algo que todos sienten y padecen y no tienen más remedio que aprender de ello o de sumirse en su monótona tortura. Seguro que sabéis de que os estoy hablando porque sois tíos "mu" listos.
En efecto mi querido Watson (que nooh). Este 3% de putada que me falta es el amor. ¿Y por qué es una putada? Pensaréis algunos: "No digas eso. El amor es algo precioso, una experiencia que va más allá de los cinco sentidos". "Aro, aro" (claro, claro). Es así si lo tenéis o si lo sentís. Yo ni una cosa ni la otra, y me putea más la segunda que la primera opción.
Mi putada no es que el chico que me mola no se fije en mi (que ya me ha pasado) ni que me hayan dado palos en el amor (que también ha pasado). Mi putada es que hace meses que no siento las mariposas en el estómago, ya no me sale la risa tonta por cualquier cosa que esa persona diga, ya no pienso en esa persona cuando me acuesto, sino que rememoro todo lo que he hecho por el día; ni tampoco me despierto con su imagen, sino que me arrepiento de cosas que no debería de haber dicho el día anterior.
Hay gente que diría " pues que suerte de que no te pase nada de lo que has mencionado, porque yo estoy pasando por ello y no puedo aguantar más". Pues deja que te diga una cosa, persona que puede que no exista pero yo aún así me imagino que sí: prefiero sentir, intentar y llegar a un "puede que surja" o "podemos ser amigos" a ni sentir ni padecer y llegar a un "bah, un nuevo día, ¿y qué más?" y pasarme todo el día con mente caca.
Yo tengo dos teorías a esto que me está ocurriendo. Una de ellas es que en todos estos meses no he tenido tiempo de conocer a gente nueva o incluso quedar con los ya conocidos y tener la posibilidad de fijarme en alguien o volver a fijarme en una misma persona.
La segunda es la más surrealista, y consiste en que en alguna parte de mi cerebro se ha desactivado la zona de la ilusión y del sentimiento hacia alguien especial debido a lo "harta" que esto de recibir un no por respuesta durante todo este tiempo. Quizás mi subconsciente no pueda soportar otro "seamos amigos".
En fin, con todo esto, lo que puedo hace es escuchar música, seguir escribiendo y esperar a que alguien aparezca o reaparezca y llame descaradamente mi atención. Pero esa sería la forma más patética de pasar estos días ahora que tenemos la palabra "libertad" ante nuestras narices.
Así que opto por mejor opción compartir risas con mis amigos, aprovechar cada luz del día y cada momento de la noche con los que más aprecio. Pasar momentos con mi familia. Ver una película y disfrutar de ella. Leer un libro y sumergirme en él. No pienso esperar como una niña pequeña en el umbral de la ventana esperando a que sus padres vuelvan del paseo matutino.
Sigo esperanzada en que el señor especial y yo nos encontremos, pero de momento, ¡ADOREMOS A LOS MONOS!
Hablando de monos, os recomiendo una canción la cual os animará a la mayoría de vosotros, o eso espero. Disfrutadla como yo la disfruto ahora mismo, porque eso debemos hacer. Disfrutar, que el tiempo vuela cuando mejor estás.
