sábado, 5 de enero de 2013

~NO SABES LO QUE TIENES HASTA QUE LO PIERDES~


Contestamos a nuestros padres/tutor(es), discutimos con nuestr@(s) mejor(es) amig@(s), nos peleamos con nuestr@(s) herman@(s)... Y al final, ¿para qué? ¿Nos sentimos mejor? ¿Podemos salir a la calle con la cabeza bien alta? En estos casos me siento como una mierda, descompuesta por dentro, putrefacta por fuera. Son esos momentos en los que quieres echar a correr hacia un lugar donde nunca has estado y perderte hasta un punto en el que te das cuenta que las discusiones y las peleas son producto de nuestras gilipolleces.

Y entonces llegan las reconciliaciones, el "no pasa nada" o el "si ya está olvidado". Con ello, todo vuelve a su curso natural.

Pero... ¿Qué pasaría si no fuese así? ¿Si no hubiese reconciliación?

Pues sinceramente, tendríamos la peor experiencia que se puede experimentar... De ahí "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes".

¿Nunca os habéis parado a pensar que sería de vosotros sin vuestro mejor amig@(s), dejar de hablarte para siempre con tu(s) herman@(s)...?

¿Yo? Continuamente  Pero hay días en los que la paciencia es vencida por la irritación y actúas de manera en que no te gustaría volver a hacerlo. Pero es que no aprendes, y vuelves a actuar de la misma manera, una y otra vez...


El martes tuve una de las peores experiencias para comenzar un nuevo año. Creí que perdería a mi madre para siempre por una estúpida discusión.

Todo comenzó cuando preguntó que tal me lo pasé en "X" pueblo con mis amigos en noche vieja. Yo le dije que bastante bien, estuvimos bailando, riéndonos, bailando otra vez. Comenzó a preguntar quienes estábamos y hubo "X" niño que le llamó la atención.

Le dije que ese "X" niño le había dicho a sus amigos que no saldría en noche vieja a "X" pueblo porque bajaría a Granada, pero lo que de verdad pasaba es que ese "X" niño estaba castigado.
Mi madre solo sé quedó con la parte de "bajaría a Granada". Ya comenzó a decir: "¿No es un poco joven para bajar a Granada?" "¿Sus padres le dejan?" "Yo le sigo viendo un poco joven".

Mi puto orgullo y mi irremediable poca paciencia me llevó a contestaciones, a tener siempre la última palabra.

Mi padre, cansado de tanta tontería dijo que parásemos ya. Pero mi madre tenía que tener la útlima palabra, y yo no podía decir nada. Y entonces, dije algo que a mi madre le molesta: "pues dile que se calle".
Mi padre "me dio la razón" y le dijo también que se callase, que era una tontería como se lo estaba tomando.
Mi madre se lo tomó a la defensiva, como si su opinión importase una mierda. Se lo tomó bastante mal. Se fue de la cocina, cogió la puerta de la calle, y se fue...

Al principio, creíamos que había ido a regar las plantas, o algo así, pero había pasado media hora, y ella no estaba allí.

Mi padre comenzó a buscarla por toda la casa: en las habitaciones, en cuartos de baño, en el garaje, los patios de alante y atrás... Nada, no sabíamos donde estaba.

Preocupada, me dirigí a la entrada donde me encontré a mi hermano pequeño, el cual dijo cuatro palabras que nunca se me olvidarán... "Todo por tu culpa".

Me descompuse. No pude evitar llorar... Con el frío que hacía aquel, me senté en las escaleras de afuera. Me daba igual el frío que hiciese, me lo absorbía todo...

Pasaron los segundos, minutos, horas... ¿A quién le importa? Para mí fue como si el tiempo se hubiese detenido. Y aún no sabíamos nada de ella.

Comencé a suponer lo inimaginable: "Se ha ido y no volverá", "Le han atropellado y está en una situación crítica"... Esa fue la peor de las suposiciones. Comencé a imaginarme una vida sin ella, sin volver a verla, sin volver a oirla y sin volver a abrazarla. No podía, me angustiaba, incluso me estoy angustiando ahora recordando ese día.

Entonces pensé en lo último que le dije: "pues dile que se calle". ¿A qué madre le gusta escuchar eso de su hija? ¿Qué clase de persona se supone que soy? ¿Soy tan repelente? Me di cuenta lo mal que lo hice, y solo quería verle cruzar la puerta para pedirle perdón. Pero no venía.

Vino mi padre y me dijo que me metiese para adentro, hacía mucho frío. Pero no quería. Quería estar segura de que vendría. Al final entré, pero igualmente, cogí una silla y me puse a ver por la ventana para saber cuando vendría.

Poco después, mi padre cogió las llaves del coche para ir a buscarla.
A los 30 segundos volvió, y mi madre no estaba en el coche.

Y entró mi padre. "Vuestra madre está llegando, había ido a sacar al perro".
"¿¡CÓMO!? ¿¡SACAR AL PERRO!?" Fue lo que pensé.

Una mezcla entre enfurecimiento y alegría se entremezclaron, y comencé a llorar aún más. La vi cruzar la puerta y no pude evitarlo.

Corrí hacia ella y la abracé de la manera mas fuerte que puedes abrazar una persona. Le dije que nunca se fuese, que no volviese a hacer eso, que ni se le pasase por la cabeza.
Pero en vez de contestarme con un abrazo, ella me intentaba apartar y diciendo, venga, deja de hacer el tonto.

¿Cómo? Ella no sabía lo que yo estaba pasando y me aparta...

En el resto del día, la veía distante conmigo. Cuando le decía algo me contestaba con un "vale" o un "aams". Sabía que lo había hecho mal, y que me costaría recuperar la relación con mi madre, pero no me importaba, ella estaba allí, y yo estaba feliz, aunque no lo demostraba. Nuestro puto orgullo nos puede.

Esto tiene una simple moraleja. Hasta que no te encuentras en el borde del abismo no te das cuenta de que te vas a caer, y te vas a hacer mucho daño.

Creemos que nuestros seres queridos van a estar ahí para siempre y que nunca nos abandonarán o dejarán. Ingenuos, ingenuos todos. Algunos pensarán que mi historia fue una gilipollez, pero os lo digo en serio, la ansiedad que tenía en aquel momento podía ser perfectamente un simulacro de lo que podría pasar cualquier día.

Os lo digo de todo corazón. No seáis tan estúpidos como lo fui yo. Si veis una oportunidad de hacer sonreír a vuestros seres queridos hacerlo. La vida es demasiado imprevisible y no sabes lo que te puede deparar el futuro como para estar jugando con él.

Aprovechad al máximo con vuestros padres, madres, abuelos, tíos, primos, amigos, mascotas. Nunca sabes cuando se irán o cuando te olvidarán.

~Bibi~

2 comentarios:

  1. Si te soy sincera, he llorado como una tonta al leer esto. Justamente estoy pasando por una etapa de esas en las que tu madre te saca de quicio porque te pone en contra de todo lo que amas... no sé si me entiendes. En todo caso, quiero decirte que esta entrada no es nada estúpida, que tienes toda la razón y que me pareces una chica increíble y muy profunda. Me encanta la entrada! te doy un 10!
    Un abrazo muy fuerteeeeee!

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    1. Se que es discutir con una madre por todo. Es como si todo lo que hicieses estuviese mal, o no fuera lo correcto. En mi caso, estoy tratando de cambiar en lo que se refiere a tomarmelo todo a la defensiva, poque se que mi madre no cambiaria.
      Te mando mucho apoyo con la relacion con tu madre, siempre es dificil estar de acuerdo en casi todo.
      Y muchas gracias, en serio!! :DD
      Gente como tu me anima a seguir escribiendo.
      Abrazo psicologico muyyyyy fuerte, que se que la gente los necesita :DD

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